"Ahora muéstrame en este mapa, ¿dónde está Aquilonia?" Valeriah, la Sanadora de Almas Atormentadas extendió un enorme papel previamente doblado y se lo mostró a Ishtariel. Producto de la Gran Conflagración, en Celesterra hay diez continentes, cada uno con diferentes cualidades y características, como si fuesen de mundos diferentes. Algunos están rodeados de sombras eternas, otros están bajo los océanos e incluso hay tierras flotando por sobre las nubes del cielo.
"Emm..." Ishtariel se lo pensó por un momento luego de mirar. "Aquí..." Tocó con su dedo índice.
"¿Y cómo es ese lugar?" Lo miró a los ojos.
"Es un continente cubierto de hielo y nieve perpetua, con imponentes glaciares y criaturas gélidas". Explicó.
"¿Y cuál es el idioma más hablado en ese lugar?" No apartó su mirada.
"El Nimbora... ¿no?" Dudó un poco.
Valeriah sonrió dulcemente. "Muy bien mi pequeño aprendiz, eres tan listo como siempre". Asintió. Siendo una de las Maestras Guardianas de la Secta del Loto Creciente ella es una experta en geografía, culturas y lenguas, por lo que le ha enseñado como se comportan y viven las diferentes razas. Además de como hablan y la importancia del lenguaje para convocar la Energía del Mundo. "Bien, ¿y que pasaría si invoco un poco de Magia de Agua llamándola en nuestro idioma?" Mientras hacía esa pregunta en la palma de su mano se formó una masa de agua cristalina y extremadamente pura.
Ishtariel miró atentamente. La Secta del Loto Creciente se encuentra en Eldoria, un continente antiguo y místico lleno de magia y sabiduría ancestral. Bosques encantados y ruinas de antiguas civilizaciones. Aquí, la mayoría de las criaturas que lo habitan son seres humanos y casi en su totalidad se habla el Celestino, el idioma original de Celesterra o al menos eso dicen los mismos humanos. Como tal, es el lenguaje que aprendió a hablar desde muy pequeño. Sin embargo, en los otros nueve continentes se hablan diferentes idiomas e incluso criaturas de la misma raza hablan en lenguas distintas dependiendo de su localización. Pero eso no es todo, Valeriah le explicó que hay criaturas que no hablan un lenguaje verbal pero que se comunican de otras formas, como cambios de luces en sus escamas, gruñidos o con miradas. Y aún así el problema de la comunicación es aún más problemático ya que se requieren cierta cantidad de cuerdas vocales para hablar ciertos idiomas. Esto último ha sido solucionado en cierta manera gracias a los Magos de Aire y sus innovaciones.
"¿Y si ahora hago el mismo encantamiento en Nimbora?" Continuó con su demostración. "//Agua//" Tan pronto recitó el hechizo en su otra palma apareció una nueva masa de agua, pero diferente a la anterior, esta en particular es densa y desprende un hielo gélido como si estuviese a punto de congelarse. "¿Lo comprendes? La Energía del Mundo responde de manera diferente dependiendo del lenguaje con el que se le llame". Sonrió. "Pero eso no es todo, el hechizo podría volver a cambiar si te encomiendas a algún Dios, pero para eso se requiere fe, mira con atención". Suspiró y agitó sus manos para que ambas masas de agua desaparecieran. "Oh Diosa de los Océanos Maraya, concédeme algo de tu poder". Tan pronto terminó una nueva masa de agua apareció en su palma, pero a diferencia de las dos anteriores esta es de un azul oscuro casi negro y desprende una energía divina. "Todo depende de como convoques la Energía del Mundo" Sonrió.
"Elandra te enseñó que la Magia de Espíritu permite una conexión con los seres vivos, así como la comunicación con criaturas místicas. Sin embargo, eso no es lo mismo que el lenguaje. Puedes comprender lo que otro ser quiera transmitir, pero no podrás hablar con él". Diciendo eso se puso de pie y tomó un libro desde su biblioteca. "Toma, cuando puedas realizar hechizos combinados deberás aprender este. Mezcla magia de Atributo Aire y Espíritu. Te permitirá crear cuerdas vocales adicionales de manera temporal en tu garganta para poder hablar cualquier idioma. Pero de igual forma deberás aprender dicho idioma. Aún así, el esfuerzo lo vale, poder comunicarse con cualquier criatura te traerá grandes beneficios". Sonrió dulcemente mientras le entregaba el libro. "Nunca olvides que todas las criaturas de Celesterra tienen derecho a vivir".
"Muchas gracias Maestra, recordaré sus palabras" Tomó el libro y le agradeció profundamente. Valeriah ha sido muy importante en su desarrollo intelectual, no solo le enseñó a leer y a escribir, sino también sobre geografía, razas, comidas típicas, lenguajes, Dioses, Espíritus Elementales y muchas otras cosas de sentido común. Esto le permitió tener una mente más amplia y comprender la última frase que su Maestra le dijo. Existen enemistades de razas en Celesterra, pero todos tienen derecho a vivir, todos aportan de alguna manera al equilibrio del mundo y eso debe ser protegido.
"Llevamos seis años conversando del mundo y aún me faltan tantas cosas por enseñarte..." Suspiró profundamente. Hace diez años cuando Vespera llegó con Ishtariel, Valeriah sintió algo muy extraño en él, la dualidad de sus Energías Internas dentro de su cuerpo. Antes de asentarse en la Secta recorrió todos los rincones de Celesterra, aprendiendo costumbres, forjando lazos y descubriendo todo tipo de criaturas y misterios. Pero ni con su vasta experiencia se encontró con algo como Ishtariel. ¿Cómo podría existir el Yin y el Yang dentro de un mismo cuerpo en perfecta armonía? Tales fueron sus dudas que viajó a Frostglade, un país en el norte de Eldoria, el único lugar de todo el continente donde hay Elfos. Estas sabías criaturas acostumbradas al hielo tienen registros de antes de la Gran Conflagración, así que esperaba encontrar alguna respuesta ahí. Pero su visita fue en vano, no había nada como ese niño. Así que la respuesta era obvia, es un ser único. Como tal, teniendo un corazón curioso, decidió aceptar la petición de Vespera y lo crío con amor, esperando que algún día todas sus dudas fuesen aclaradas. "Señorito, ya solo quedan dos semanas para que seas un Novicio". Sonrió.
"Lo sé". Asintió mientras revelaba una expresión de tristeza. "Pero ya no podremos..."
"No estes triste" Lo consoló. "Es cierto que no podré seguir enseñándote como ahora, pero es solo cuestión de tiempo. Cuando tu cultivo sea lo suficientemente alto podremos vernos otra vez". En la Secta del Loto Creciente solo los mejores discípulos tienen el derecho de ser entrenados personalmente por alguno de los Maestros Guardianes. En este sentido la situación de Ishtariel es inaudita, pero se entiende ya que es el hijo de la Maestra de Secta. Aunque claro, nadie fuera de estos cuatro saben sobre esta situación ya que si se supiera se generarían enormes problemas entre los discípulos. "Pero dime, ya que estás cerca de entrar en el Dao, ¿haz sentido a tu Bestia Interna?" Lo miró fijamente.
"No estoy seguro..." Reflexionó un momento. Valeriah le enseñó que todas las criaturas tienen una dualidad dentro de sus cuerpos. Por un lado, está la razón, esta es la facultad o capacidad que permite pensar, comprender, inferir y tomar decisiones basadas en la lógica y el análisis. Es una característica que está estrechamente relacionada con el intelecto y el pensamiento. En términos generales, es la capacidad para formular juicios, evaluar situaciones, resolver problemas y llegar a conclusiones racionales. Se basa en la lógica, el razonamiento y la observación, lo que nos permite tomar decisiones informadas y tomar medidas que tengan sentido. Por otro lado está la emoción, un estado mental y fisiológico que surge como respuesta a estímulos internos o externos que son significativos. Es una experiencia muy subjetiva que involucra una serie de cambios en el cuerpo, el pensamiento y el comportamiento y que pueden variar en intensidad y duración. Las emociones pueden ser provocadas por una amplia variedad de situaciones, eventos o pensamientos.
Pueden surgir como reacción a estímulos positivos, como la alegría ante una buena noticia o la felicidad al compartir momentos con seres queridos. También pueden surgir como reacción a estímulos negativos, como el miedo ante una amenaza, la tristeza por una pérdida o la ira frente a una injusticia. Esta última es llamada la Bestia Interna por los cultivadores, una lucha que tienen todos los seres pensantes para que la razón esté por encima de la emoción. Pero no siempre es posible hacerlo, a veces, las emociones brotan descontroladamente y la Bestia Interna toma posesión del cuerpo. Pero también hay razas que utilizan esto a su favor, algunas se vuelven más poderosas en ese estado de frenesí y otras incluso sufren transformaciones físicas, volviéndose verdaderos monstruos. "Creo que aún no siento nada como eso... Pero he pensado en que haré si alguno de ustedes recibe algún daño y... me hierve la sangre". Apretó los puños.
"Jejeje niño tonto" Sonrió alegremente. "Si bien el amor puede desencadenar a la Bestia Interna, si en el futuro te vuelves loco porque alguien me causa algún daño, créeme que te perdonaré, siempre te perdonaré". Le guiñó el ojo.
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