"Esto no está bien..." Branor frunció el ceño al sentir la alteración de la Energía del Mundo alrededor de los dos niños pero antes de que pudiese hacer algo los otros Maestros de los alrededores se movieron y comenzaron a evacuar a todos los aspirantes. "Es como si... ¿están siendo rechazados?" Palideció ante tal posibilidad. Si la Energía del Mundo rechaza a un cultivador, significa que su avance ha sido bloqueado y no puede acceder ni utilizar plenamente la energía espiritual del entorno. "No puede ser, esto nunca ha ocurrido al entrar en el Reino de la Iniciación..." Murmuró para si mismo.
"¡Branor! ¡Branor! ¡Reacciona!" Una de las Maestras de la Secta apareció frente a él.
"¿Ah?" Arrancado de su perplejidad Branor miró hacia la fuente del sonido y se encontró con una mujer de cabellos tan negros como la noche y su Espíritu Elemental, un perro de aspecto dócil. "¿Lyrenna? ¿Qué haces aquí?" Pero no necesitó una respuesta ya que al mirar a su alrededor lo comprendió todo. Los aspirantes ya habían sido evacuados del patio y solo quedaba la pareja de niños sentados con las piernas cruzadas tocándose las palmas en una profunda meditación, con el viento arremolinado alrededor de ellos y protegidos por el escudo de luz que el mismo Branor convocó. Mientras que los otros Maestros estaban mirando la situación con diferentes expresiones, desde perplejidad hasta temor. Pero esto es entendible, después de todo cuando un cultivador avanza a otro Reino se desatan los poderes de la naturaleza para ayudarlo con su avance. Sin embargo, no hay registros de que suceda cuando recién se pone un pie en el Dao.
"¿Es por su inmadurez espiritual?" Lyrenna pensó en esa posibilidad. Si el cultivador no ha alcanzado un nivel suficiente de madurez espiritual y entendimiento de las Leyes del Universo, la Energía del Mundo puede rechazar su avance para protegerlo de los peligros y consecuencias de un poder no controlado. "No, ni siquiera han entrado en el Dao todavía..."
"En otra situación diría que es producto de ambiciones malévolas, pero no siento Energías Demoníacas" Otro Maestro habló. Si el cultivador busca un poder excesivo y desmedido, sin tener en cuenta el bienestar de los demás, la Energía del Mundo puede detectar sus intenciones malévolas y negarle su apoyo. La ambición desmedida y egoísta desequilibra la armonía natural y es rechazada por la energía espiritual. Pero otra vez, es imposible si aún no entran en el Dao.
"¡Honorables Maestros que le pasa a mi Señorita!" Selindra la única guardiana que no evacuó se acercó con el rostro pálido preguntando por Eloranna, la heredera de la Familia Luminis. "¡Ese mocoso seguro está usando Artes Oscuras!" Gritó asustada. Si el cultivador ha utilizado técnicas prohibidas o practicado artes oscuras la Energía del Mundo puede considerarlo una afrenta a la armonía natural y rechazar su avance. Las técnicas oscuras a menudo están en desacuerdo con las leyes del universo y pueden ser castigadas por la propia energía del entorno. "¡Conozco a la Señorita desde que nació, es imposible que ella haya provocado esto! ¡Por favor sálvenla!" Suplicó de rodillas ya que sus piernas cedieron.
"No podemos interrumpir, si lo hacemos esos dos nunca podrán cultivar, debemos esperar". Branor suspiró.
"¡Pero si no hacemos algo mi Señorita podría..." Ni siquiera se atrevió a terminar la frase.
Branor resopló con frialdad pero antes de que pudiese decir algo frunció el ceño y miró hacia el horizonte. En el cielo, nubes negras comenzaron a converger justo sobre el gran patio, lo que es señal de un gran avance. "¡Esto no es bueno, activen las Matrices Espirituales!" Sin dudarlo gritó y los otros Maestros rápidamente movieron sus manos formando símbolos en el aire para activar unas Matrices protectoras, desatando un escudo de luz sobre el patio para protegerse.
Luego la lluvia empezó a caer, primero en pequeñas gotas que se transformaron rápidamente en una cortina densa y pesada. Las gotas golpearon el escudo de luz, creando un sonido muy atronador que se mezcla con los rugidos del trueno, formando una sinfonía salvaje y majestuosa. La tormenta avanzó con rapidez y no mostró misericordia. Los vientos huracanados hicieron que los árboles se doblaran aún más, desgarrando todas sus hojas y sus ramas y algunos de los más débiles incluso fueron derribados por la fuerza de la naturaleza. Mientras que los relámpagos continuaron arrojando destellos brillantes multicolor, iluminando el paisaje con un espectáculo de luz y oscuridad. Los truenos retumbaron con tal fuerza que parecían sacudir el suelo mismo, haciendo que incluso algunos Maestros se estremecieran de temor ante la magnitud de la gran tormenta.
Entonces muchos rayos multicolores arremetieron sin piedad contra el escudo sobre el patio, abriéndose camino como serpientes luminosas que serpentean a través del cielo. Solo bastaron unos pocos golpes de rayos para que comenzara a agrietarse hasta que fue destruido en partículas de luz. Al ver esto, los Maestros palidecieron incrédulos, pero siendo tan experimentados reaccionaron rápidamente. Cada uno de ellos desató hechizos y conjuros de protección, otros invocaron a Espíritus Elementales y los últimos se encomendaron a sus Dioses para desatar poderosas técnicas. Cada habilidad que desataron chocó contra uno de los rayos que caían desde el cielo, intentando proteger a los dos aspirantes de la muerte. Incluso Selindra que estaba en shock hasta solo hace un momento no dudó en recomponerse y luchar por su Señorita.
Cuando se avanza de un Reino a otro, por lo general se produce una Gran Tribulación en la naturaleza, la que le envía su Energía del Mundo a través de rayos al cultivador y este último no solo debe resistir las descargas, sino también absorber la mayor cantidad de Energía posible para hacerla suya. Pero en este caso, rayos multicolores cargan despiadadamente contra dos aspirantes que ni siquiera entran aún en el primer Reino de Cultivo, por lo que si fuesen golpeados por solo uno de ellos, tendrían unas muertes lamentables. Además, una tribulación donde estén involucrados todos los Elementos es extremadamente rara y solo se han escuchado de ellas en leyendas, de Maestros legendarios. Es por eso que todos los presentes, independientes de su nivel de Cultivo están completamente perdidos, no entienden lo que está sucediendo.
Tal caos obviamente alteró a los Cuatro Maestros Guardianes y a la Maestra de Secta, y tan pronto descubrieron que Ishtariel estaba involucrado se les apretó el corazón y salieron disparados hacia el patio en cuestión. Tan pronto llegaron vieron como los Maestros impedían que los rayos alcanzaran a la pareja de niños que están meditando, luchando con todo su poder contra las fuerzas de la naturaleza. Sin siquiera pensarlo, los Cuatro Maestros Guardianes se separaron, colocándose estratégicamente en cada punto cardinal antes de recitar un hechizo y levantar un nuevo escudo de luz sobre el patio. Gracias a esto, quiénes estaban resistiendo suspiraron aliviados al ver que los rayos chocaban contra la nueva barrera. Pero la alegría fue solo momentánea ya que igual que la vez anterior, comenzó a agrietarse otra vez.
"Es tu primer día oficial en la Secta y ya me estás dando dolores de cabeza mocoso" Theron se quejó preocupado.
"¡Resiste anciano decrepito!" Rugió Elandra inyectando toda su Energía Interna en el escudo de luz.
"¡Mocosa insolente te demostraré mi vitalidad!" Movió sus manos en el aire formando un sello para reforzar la barrera.
"¡Diosa Maraya préstame tu fuerza!" Valeriah convocó una tormenta de agua sobre el escudo de luz y Malachai recitó un hechizo antiguo que provocó que círculos mágicos negros aparecieran sobre el escudo de luz, anticipando los rayos.
Mientras tanto, Vespera se movió rápidamente hasta donde estaba Ishtariel con una expresión preocupada. Ella tiene el apodo de la Sin Sentimientos ya que siempre muestra un rostro duro y frío como el hielo, pero esta vez, tiene la mirada de una madre preocupada, algo que nadie había visto nunca. "Hijo..." Murmuró suavemente sin saber que debía hacer.
